domingo, 22 de abril de 2012

Esperar

Mi día viernes fue casi maratónico, empece tempranito viajando a melipilla a clases en el preu, luego a Valparaiso a clases en la U, para terminar el día en Santiago de la mejor forma que celebrando el cumpleaños de mi tío y un amigo. 
El carrete Santiaguino empezó entrada la tarde a eso de las 8, yo a esa hora me encontraba  aun en Valparaiso, sentada en el terminal esperando a que llegara el bus, claro que antes de eso casi pierdo mi pasaje ya que al ir caminando no me di cuenta y se me habia caído, si no es porque una señora me persiguio por un par de cuadras no llego (a mi no mas me pasan esas cosas).


Mientras esperaba sentada que llegara el bus, un hombre con sus dos hijos se sentaron a mi lado. El no tendría mas de cuarenta y sus hijos 8 y 5 mas o menos, el nombre del niño mas grande recuerdo que era Lorenzo, que por cierto ambos eran muy simpáticos, el mas pequeño bastante travieso. Lo que me llamo la atención de ellos fue que luego de que su papa les diera un yogurth y el mas pequeño exigiera comerlo solo, ya que se lo iban a dar en la boca. Lorenzo fue a botar el recipiente a la basura, para luego ser el turno del mas pequeño, su papa le dijo que fuera a botarlo pero Lorenzo iba a ir en compañía de su hermano (como acto de protegerlo, entre tanta gente)pero en ese momento su papa le dice; No, deja que vaya solo el ya es grande, en el momento que vuelve él lo abraza. Luego de eso yo me voy a subir al bus y el padre de Lorenzo me desea un buen viaje al igual que yo a él.


El viaje se me hizo un poco largo, primero porque el bus llevaba 20 min. de retraso y segundo ya era de noche y el camino no lo conocía. Mi mamá me esperaba en el terminal yo llevaba recién mitad del viaje y ella ya había llegado. Una vez ya en el terminal, nos subimos a un taxi y nos fuimos en dirección al cumpleaños.

Al llegar una vista genial del centro de Santiago, la noche estaba muy agradable, mucha gente,muchos abrazos,saludos,risas ,música , así transcurrió gran parte de la noche, hasta que con el correr de la hora fuimos quedando menos, las conversaciones se fueron haciendo mas amenas. Y en un momento de la noche algo especial pasa nos encontramos los mas cercanos reunidos y la música sigue de fondo, las personas del alrededor siguen su conversación, pero de un momento a otro perciben lo que esta sucediendo, las miradas de aquellas tres personas dicen mucho más de lo que quieren expresar, se toman las manos para expresar la unión de ese momento, el resto solo guarda silencio ya que el recuerdo de aquel hombre que ya se ha marchado es colectivo, es como si en ese momento todo lo que vivieron con él se hace presente en sus memoria y las ganas de ellos por que estuviera ahí se vuelven mas fuertes que nunca, sus miradas van a un punto fijo y las lagrimas caen. Luego de unos minutos algo interrumpe el momento. Las conversaciones retoman su rumbo, las guitarras y las voces comienzan a sonar, entre risas y tragos, la noche sigue avanzando. De a poco el carrete santiaguino empieza a terminar, el frío de la madrugada se siente poco a poco, en unas horas mas amanecerá sobre el cielo capitalino y mas de alguno de los presentes volverá a recordar aquella noche de viernes.


2 comentarios:

  1. Momentos magicos! gracias por hacernos recordar momentos que llevan instantes que con el tiempo se convierten en eternos!

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  2. También te doy las gracias princesa, por plasmar en letras nuestros sentidos sentimientos. Te amo.

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