A lo lejos veo a un chico apoyado en la señalética de la parada
del bus, junto a él al
parecer su polola, a medida que me acerco voy
corroborando la información, ella viste un abrigo rojo, jeans, zapatillas
y un tomate por peinado y su rosto se muestra sereno aunque algo incomodo
por
la situación, el chico viste un polerón azul y jeans, pero la ropa no fue
lo que me
llamo la atención, si no su rostro de angustia y llanto del
momento. A los pies de ambos un bolso y en la mano de la chica una
chaqueta. Y a unos pasos de mi un niño de no mas de 10 años con cara de
aburrido y muchas ganas de llegar luego a su casa.
En
un comienzo no entiendo la situación, pero ella se marcha y el no para de
llorar, ella mientras lo contiene, le acaricia el rostro, tiernamente roza su
nariz con la de él, busca su mirada, ambos se abrazan, como si el resto del
mundo no existiera y que ojala por ellos ese momento no terminara.
A lo
lejos se ve el bus que se acerca, él la abraza, intenta besarla, pero ella se
nota algo incomoda con la situación, aun así hace el intento y
se besan. Mientras ellos terminan de despedirse, la gente hace la fila para
subir al bus y el pequeño que estaba con cara de aburrido, ahora se encuentra a
mi lado esperando para subir, a lo que yo le ofrezco el lugar para
que el suba primero y le sonrió, a lo que en un "dos por tres"
la cara de gruñoncito se transformo en una cara dulce, amable y con un gesto de
cordialidad me dio el paso, pero me causo bastante risa, porque hasta incluyo
una pequeña reverencia.
Miro
por la ventana y al dirigir mi mirada hacia la puerta veo a la chica del abrigo
que paga su pasaje y se va hacia los asientos de atrás, luego de que
subieran varias personas, veo que con decisión sube el chico de azul
paga su pasaje y va en dirección hacia la chica, no sé
que habrá pasado después, solo sé que estuvieron todo el viaje
juntos.
Alondra1790@gmail.com
@ginibarros
Creerás que al leer esto, me llene de angustia,
ResponderEliminarHay cosas que no se pueden explicar...