El lugar me parece conocido, tengo la certeza de que a ambos nos gusta. Él me acompaña en mi caminata, nos miramos, conversamos, nos sonreímos, caminamos brazo con brazo, guardamos silencio y sin embargo los momentos sin hablarnos no son incómodos, nuestra compañía basta, es algo mas que mi amigo, pero no distingo su cara, ni su ropa, solo sé que ahí está y me acompaña, me gusta y luego despierto...
Lo observo a lo lejos, sigo sin distinguir su cara y su ropa. Creo estamos en otro país, él se encuentra sobre un puente mirando al horizonte, yo cruzo la calle mientras lo observo y llego hasta él, es de noche, los faroles que adornan las calles nos iluminan, cuando me acerco él me mira, nos abrazamos, como si la espera se nos hubiera echo eterna, pero sin embargo ahí estamos, los dos solos apoyados sobre la baranda del puente mirando al horizonte, cruzando de vez en cuando las miradas, la noche sigue avanzando, me abraza y me conforto en él, lo miro, me besa y comenzamos a caminar por la calle, nos alejamos del lugar, se vuelve difuso y despierto...
Ayer caminado por Valparaiso me acordé de ese sueño, que en mas de alguna ocasión lo tuve, pero solo en el momento que caminaba me acorde de la primera parte y me cobro mucho sentido porque aquel acompañante unos años mayor que yo comenzaba a tener rostro, distinguía su ropa, su voz y me gustó, me gusta...
Aún falta la segunda parte, pero me pregunto; ¿Será él o solo estoy confundiendo las cosas?¿Me estaré pasando películas demás o quizás no estoy tan equivocada?.
Solo el tiempo me lo dirá, como alguien me dijo; Paciencia...
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